Consumir una variedad de frutas y verduras: Durante el cambio de estación, es importante aprovechar las frutas y verduras de temporada. Estos alimentos están en su mejor momento en términos de sabor y valor nutricional. Además, proporcionan una amplia gama de vitaminas y antioxidantes que son esenciales para fortalecer nuestro sistema inmunológico.

• Incorporar alimentos ricos en vitamina C: La vitamina C es conocida por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico. Alimentos como naranjas, fresas, kiwis, pimientos y brócoli son excelentes fuentes de vitamina C que pueden ayudar a prevenir resfriados y enfermedades durante el cambio de estación.

• Aumentar la ingesta de líquidos: Mantenerse bien hidratado es fundamental para una buena salud en cualquier momento del año, pero especialmente durante el cambio de estación. El agua ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, regula la temperatura corporal y promueve la función adecuada de los órganos. Además del agua, infusiones de hierbas y té caliente pueden ser excelentes opciones para mantenerse hidratado y reconfortado durante los días más fríos.

• Incluir grasas saludables en la dieta: Las grasas saludables, como las que se encuentran en el aguacate, los frutos secos, las semillas y el aceite de oliva, son importantes para mantener la salud cardiovascular, la función cerebral y la piel saludable. Durante el cambio de estación, es crucial incluir estas grasas en nuestra dieta para mantenernos fuertes y energizados.

• Limitar el consumo de alimentos procesados y azúcares añadidos: Los alimentos procesados y con alto contenido de azúcares añadidos pueden debilitar nuestro sistema inmunológico y contribuir a problemas de salud como la obesidad y la diabetes. En su lugar, es mejor optar por alimentos frescos y naturales que proporcionen nutrientes esenciales sin ingredientes artificiales dañinos.